¿Es innovar un negocio?


Hablar de innovación, es hablar de cambio, diseño de nuevas estrategias comerciales o la invención de productos; conceptos igualmente válidos, pero capaces de ser resumidos bajo la siguiente consigna: la explotación exitosa de ideas novedosas, dentro de una realidad concreta.
Precisamente, dicha realidad puede encontrarse en muy distintos campos desde el técnico y tecnológico, hasta el comercial u organizacional; los cuales se interconectan en totalidad, y con mayor énfasis, en el contexto empresarial: la tecnología provee de nuevos elementos para vender, el marketing fija el diseño y estrategias de venta más apropiadas, mientras la empresa y sus directivos, orientan la realización de la actividad productiva y coordinan el trabajo de sus colaboradores. Por lo tanto, asumir que el innovar es sólo trabajo para los hombres de ciencia, los realizadores de cine, los artistas o los genios del Silicon Valley; es más que un error, es una clara condena, que priva a los empresarios de hacer lo inesperado, romper los esquemas, fomentar la creación de nuevas necesidades, reestructurar el mercado o simplemente renovar conocimientos; todo ello a favor de mayor rentabilidad, captando ese segmento clave y desatendido.

Obviamente, si estas razones no son suficientes, existen otros factores que podrían hacer reconsiderar a los empresarios el apostar por “lo fuera de lo común”: la globalización y apertura de nuevos mercados, un corto ciclo de vida de los productos, consumidores más que exigentes, el poder del marketing en las redes sociales y el advenimiento de letales competidores, junto con los cientos de seguidores…; no sólo complican la visión del empresario, le obligan a desafiar asiduamente el potencial de todos sus colaboradores, y por qué no decirlo de él mismo, como figura clave del liderazgo empresarial.
De esta manera, queda claro que la innovación es esencial, es esa fuerza clave que puede determinar el nivel de permanencia en el mercado, construir relaciones sólidas con los clientes y anticipar los vertiginosos giros del mercado; pero estar a la vanguardia no es una tarea fácil, no obstante los beneficios hablan por sí solos: popularidad permanente en el subconsciente del cliente (branding), mayores ingresos y la consecuente valoración de la marca en términos monetarios (mejores cotizaciones en acciones), tanto como sociales, es decir una reputación inquebrantable, empresa como sinónimo de derrame de conocimiento, el núcleo que concentra a lo mejor de lo mejor, bajo el lema “Imitado pero nunca igualado”.

Escrito por: Mari Pili Sánchez Pacheco

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3 comentarios:

Anónimo dijo...

hola
soy de la unievrsidad de lima
queria saber si puedo utilizar esta pagina para un proyecto.
gracias :D

Anónimo dijo...

interesante el punto de vista si innovasr es un negocio ...
buena !

angela dijo...

nunca hubiese imaginado que seria tan rentable innovar dentro de un negocio, mucho menos que seria de vital importancia para mantener satisfechos a mis clientes por siempre!!!

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